La Guerra Sagrada #20

viernes, 10 de septiembre de 2010

:::: Día siguiente::::

Aun no olvidaba la insinuación que me hizo Neron... sabia exactamente que me matarían hoy en la mañana, pesaba mucho en lo que harían con mi cuerpo... seguro que rituales, y me entregarían al demonio supremo o algo así, tal vez solo me maten por placer y después de perder la consciencia, me destriparían, por decir, justo lo que hacían mis padres.




Acepte mi destino y fui tranquila a donde Neron me llevaba donde supuesta mente seria mi condena.

Cuan llegue al lugar donde mi mente quedara completamente perturbada, solo había una mesa donde supuesta mente estaría yo acostada y en la parte de las piernas había un tipo de molino, lo cual me hizo recordar el libro que compre cuando conocí a Manuel, se me olvido por completo especificar lo que decía el libro, pero recuerdo muy bien la imagen, Era específicamente este mismo aparado de maldad, lo cual lo utilizaban para condenar a las brujas.
Bueno Nero me pidió acostarme mientas unas asquerosas viajas con muy malos hábitos me empezaron a amarrar las piernas en el molino de carne con sogas gruesas y asquerosas que tal ves fueron usadas por victimas anteriores, yo estaba asustada, no sabia que hacer tenia miedo, y pensé repentinamente en William.

"¡ Ahí dios por favor ayúdenme, William realmente necesito tu ayuda voy a morir!"

Y justo antes de mi ejecución escuche un sonido estrepitoso y aturdidor, sonaba como tuba o trompeta, mire a lo lejos en el horizonte un bello destello de luz amarillo como si se tratara del mismo sol, me sentí feliz y ansiosa porque hoy no iba a morir, los demonios espesaron a ponerle mas atención al destello de luz que a mi, ese destello de luz era William y no estaba solo tenia a miles de ángeles con armaduras oscura y al rededor de ellos fluía el brillante destello de luz, y con todo tipo de armas, los demonios se armaron y espesaron a enfrentar a sus enemigos, y empieza la batalla cuando un ángel clava con furia el cuello de un demonio con su cuchillo a medida que todos los demás espesaban a hacer lo mismo, William corrió desesperada mente a encontrarse conmigo.

"¡William gracias a dios llegaste nunca me avía sentido tan asustada!"

"Puedes tranquilizarte ahora, todos nosotros vinimos a rescatarte y sacarte de este horrible lugar"

"Que bien gracias te lo agradezco mucho"

"no es necesario, es nuestro trabajo"

Ahora fuertemente creo en ellos, una fuerte fe salia de mi cuerpo dándole mas fuerza a ellos para seguir la lucha, aunque había que pensar, que ellos estaban en gran desventaja ya que estaban en un lugar donde predominaban los demonios, aunque mi esperanza no cambiaba.

Me sentía muy mal ya que ellos hacían mucho por mi y yo no ayudaba en nada, así que me arme de valor y corrí hacia la guerra y cogí la primera arma que vi y comencé a luchar por mi vida, aunque seguramente moriría pero al menos ayudaría a mis mejores amigos.

La guerra duro dos a tres horas muchos ángeles murieron pero todos los demonios se rindieron a los pies de Dios.

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